Tenía gran futuro en Rayados, lo sorprendió la muerte y no pudo cumplir su sueño

Como dice el slogan de Rayados de Monterrey, en la vida y en la cancha se deja todo y se disfruta a pesar de las adversidades, esa fue la enseñanza de un elemento de La Pandilla que hasta su último suspiro buscó cristalizar su sueño y poder ser figura de la portería de Monterrey, estaba llamado a ser un portero de época pero su sueño se trasladó a la cancha celestial.

Mauricio Aguirre era el tercer guardameta de los Rayados, sus actuaciones en la inferiores y el gran porte y nivel que mostraba en los entrenamientos dejaban ver que su carrera podría despuntar y convertirse en un portero de época para el equipo de la Sultana del Norte, sin embargo el destino le tenía preparados otros planes.

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Su padecimiento se dio a conocer en 2010, el jugador padecía esporotricosois, que le afectaba la piel por lo que le amputaron el dedo índice izquierdo y aún así, siguió con su sueño de convertirse en portero estelar de los Rayados de Monterrey. 

Tras una lucha incesante, la directiva de Rayados dio a conocer la noticia, del jugador de 23 años que se había sometido a un tratamiento en Houston, el cancerbero falleció y dejó un vacío enorme en el plantel.

Alcanzó a debutar con el primer equipo

Aguirre tuvo que utilizar  un guante especial para su mano afectada y así fue como tuvo la oportunidad de debutar con Rayados en la jornada 17 del Torneo Apertura 2010 en el empate a un gol ante Morelia, hecho que fue sumamente conmovedor y que se quedó en la memoria de los aficionados albiazules.