Pintaba para ídolo de Rayados, fracasó y terminó en el camión de la basura

El llegar a ser futbolista profesional es un privilegio que sólo muy pocos tienen, cumplir el sueño al que muchos aspiran no es nada sencillo, no sólo se trata de patear un balón, envuelve sacrificio, horas de esfuerzo y dejar de lado cualquier distractor para poder alcanzar el objetivo de debutar en primera división y así cumplir el anhelo no sólo de un individuo, a veces de toda una familia que lo apoya a lograr el tan importante objetivo .

Todo lo anteriormente mencionado le ocurrió a Daniel Roman Rosas, conocido como Dany Román, un elemento que volaba por la lateral derecha y que brilló algunos años con los Rayados de Monterrey, compartiendo momentos inolvidables con con elementos como Antonio De Nigris, Guillermo Franco y Jesús Arellano. 

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Tras ser parte de aquel plantel de Daniel Pasarella, Roman fue perdiendo protagonismo con los Rayados, su juego ya no convenció y terminó fichando con los Tiburones Rojos de Veracruz, así llegó al equipo de su lugar de origen, escuadra con la que ya no pudo brillar y tras varios intentos de recupera su carrera en divisiones de ascenso, para 2009 de retiro del fútbol profesional.

Tuvo un trabajo común y corriente

Tras su paso por el glamour de las canchas de primera división, su vida volvió a ser común como la de cualquier ser humano, Roman encontró un trabajo como recolector de basura, puesto que desempeñó con mucho orgullo, a sus labores en el camión de basura, se sumaron también su pasión por el fútbol, ya que siguió entrenando a niños para desarrollarlos en el mundo de la pelota.