Por Jorge Cuevas
Después de una monumental presentación en el Gigante de Acero, Sergio Ramos ya se puso a las ordenes de Martín Demichelis y ya hasta entrenó con el equipo. Pero, sabemos que es un fiel seguidor de entrenar con toda la intensidad del mundo, por lo que esa misma explosividad casi lesiona a Iker Fimbres, uno de los consentidos del DT argentino y toda la afición.
En dicho entrenamiento, le soltó una muy buena patada al juvenil de Rayados, que no le quedó de otra más que aguantarse y seguir en el entreno. Mientras, el resto de sus compañeros hicieron algo similar. Se callaron y le dieron vuelta a la página.
Más allá de su calidad como jugador, ¿qué aporta Ramos al equipo de Demichelis? En primer lugar, su liderazgo y su experiencia en equipos de élite son valiosos para el vestuario. Ramos es un jugador que sabe cómo ganar títulos y que transmite esa mentalidad a sus compañeros.
En segundo lugar, su presencia en la cancha es un factor motivacional para el resto del equipo. Jugar al lado de un jugador de la talla de Ramos inspira a los demás a dar lo mejor de sí.
En tercer lugar, su calidad y experiencia en la defensa central le dan solidez y seguridad al equipo, algo que Demichelis valora mucho.
Pero claro, la llegada de Sergio Ramos a Rayados no es gratis. Su salario, su fichaje y otros gastos asociados a su contratación representan una inversión considerable para el club.
¿Valía la pena esa inversión? Sí, porque necesitaban con urgencia un defensor central tras las lesiones de Víctor Guzmán y Carlos Salcedo, principalmente la de éste último que no jugará con el equipo en un buen rato.
Si hablamos de Sergio Ramos, hablamos de un jugador con una trayectoria impresionante, un líder dentro y fuera de la cancha, un ganador nato. Su sola presencia en el vestuario y en el campo de juego genera un impacto mediático y emocional que pocos jugadores pueden igualar. Pero más allá de su carisma y su liderazgo, la intensidad de Ramos en los partidos y entrenamientos es un factor que puede marcar una gran diferencia en Rayados.
Ramos es un jugador que vive el fútbol con pasión y entrega. En cada partido, en cada entrenamiento, se deja el alma en la cancha. Su intensidad es contagiosa y puede inspirar a sus compañeros a dar lo mejor de sí.
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