Por Jorge Cuevas
Sergio Ramos se estrenó como goleador en la Liga MX y con el sello de la casa, con un cabezazo a enorme pase de su tocayo Canales. Pero, más allá del gol, queda en evidencia la defensa de Santos, que no supo ajustar. Minutos antes del gol del español, tuvo un remate de cabeza que pasó a nadita y notaron el error de que dejaron de marcar al capitán de Rayados, pero no siguieron con esa concentración y les cayó la anotación.
Desde su llegada, la expectativa era enorme. Un jugador con la trayectoria y el palmarés de Ramos no podía pasar desapercibido. Y aunque su adaptación al fútbol mexicano ha sido gradual, su calidad y su liderazgo siempre han estado presentes. Pero faltaba algo, faltaba el gol, esa guinda en el pastel que confirmara su estatus de leyenda en nuestro equipo.
Y llegó. El minuto [Inventa un minuto del partido]. Tiro de esquina. El balón vuela hacia el área. Y ahí, como un halcón, Sergio Ramos se eleva por encima de todos. Un remate de cabeza potente, preciso, imparable. El Gigante de Acero estalla. ¡Gol de Rayados! ¡Gol de Sergio Ramos!
No fue un gol cualquiera. Fue un gol con el sello de la casa. Un gol que nos recordó sus noches gloriosas en el Real Madrid y en la selección española. Un gol que demostró que, a pesar de los años, su instinto goleador sigue intacto.
Santos Laguna cometió dos errores fatales. Primero, no marcar a Ramos en el tiro de esquina. Dejaron al español libre, sin marca, en la zona más peligrosa. Un pecado capital ante un jugador de su jerarquía.
Segundo, subestimaron su capacidad para rematar de cabeza. Ramos, con su experiencia y su habilidad para anticiparse a las jugadas, aprovechó la oportunidad y castigó la ingenuidad de la defensa santista.
El gol de Ramos fue un golpe anímico para Santos, que vio cómo sus esperanzas de remontar el partido se desvanecían. Fue un golpe de realidad, que les recordó que en el Gigante de Acero, ante Rayados, no se pueden cometer errores.
Más allá del gol, la presencia de Ramos en el campo es fundamental para Rayados. Su liderazgo, su experiencia y su jerarquía son un ejemplo para sus compañeros.
En la defensa, Ramos aporta seguridad y solidez. Su capacidad para anticiparse a las jugadas, su habilidad para cortar balones y su temple en los momentos difíciles son un seguro de vida para nuestro equipo.
En el ataque, su presencia en el área rival genera peligro constante. Los defensores rivales saben que deben estar atentos a sus movimientos, y eso crea espacios para que otros jugadores de Rayados puedan aprovechar.
03/03/2025
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