Video. El jugador que lloró al recibir el apoyo de la afición de Rayados previo a la Final

La emoción de la afición de Rayados no tiene límites, y el apoyo incondicional que recibieron sus jugadores en la previa de la gran final del Apertura 2024, ante América, quedó marcado para siempre. Jordi Cortizo, uno de los pilares del equipo, vivió un momento conmovedor cuando, a pesar de no poder estar en la cancha debido a una lesión, fue recibido por una multitud de seguidores que coreaban su nombre y lo llenaban de energía positiva.

El mediocampista, quien no pudo ser parte de la Liguilla por problemas físicos, llegó al Estadio BBVA en una camioneta. Al llegar, la afición no dejó de gritar su nombre, lo que desbordó de emoción a Cortizo, quien no pudo evitar las lágrimas. Con el rostro inundado de emoción, el jugador se bajó del vehículo y, en un gesto de agradecimiento, comenzó a ondear una bandera de Rayados ante la multitud que lo apoyaba. El gesto del jugador conmovió a todos los presentes, demostrando la conexión única que existe entre el equipo y su hinchada.

El recibimiento a los jugadores de Monterrey fue tan impresionante que el autobús del equipo se vio rodeado por miles de aficionados en las calles cercanas al estadio. Este fervoroso apoyo desbordó las calles y convirtió el trayecto hacia el Estadio BBVA en una caravana llena de banderas, cánticos y hasta bombas de humo, lo que dejó claro que la afición albiazul no se detendrá ante nada para apoyar a su equipo.

Rayados sabía que el reto era grande, con una final muy complicada después de caer 1-2 en la ida ante América. Sin embargo, este apoyo fue un recordatorio para los jugadores de lo que está en juego: el sexto título de su historia. Con la motivación de toda una ciudad detrás de ellos, el equipo se sentía más que preparado para salir a luchar en la vuelta y buscar la remontada.

Este tipo de apoyo se refleja en el carácter de Rayados, un equipo que siempre sabe que no está solo, y que la hinchada será su mayor fuerza. Para Jordi Cortizo, aunque no pudo estar en el campo de juego, su corazón estuvo con la afición y su equipo, algo que sin duda marcó un antes y un después en su carrera. La lealtad de la afición sigue siendo el motor que impulsa a Monterrey hacia nuevos logros de cara al 2025.