Mientras Rayados va a la final ellos viven del pasado, a lo que se aferran los Tigres tras su fracaso

Luego de lograr lo que tigres, no pudo que fue ganarle a San Luis, en su casa en la semifinales de vuelta, los rayados del Monterrey se han metido a la gran final del fútbol mexicano, y disputarán el gran trofeo, mientras tanto los chiquitines de nuevo León, están rabiando y se aferran al pasado para tratar de minimizar lo que sí pudo hacer Monterrey y ellos no, a través de redes sociales, empiezan a sacar videos del penalti que cobró hace 7 años Enner Valencia en la final regia a lo Panenka, se les olvida que el episodio más cercano fue el penalti a lo no Look de Lucas Ocampos, pero quieren tener algo que celebrar los pobres chiquitines.
La ciudad de Monterrey vive días de fútbol intenso. Mientras los Rayados del Monterrey saborean el dulce sabor de la clasificación a la final y sueñan con levantar el trofeo, los aficionados de los Tigres UANL mantienen viva una llama de júbilo que parece no apagarse.

Siete años han pasado desde aquella noche mágica del 2016 cuando Enner Valencia, con un penal cobrado a lo Panenka, selló la victoria de los Tigres sobre los Rayados en la final del Apertura. Una jugada que se convirtió en un hito en la historia del clásico regiomontano y que los aficionados auriazules siguen celebrando con fervor.

La rivalidad que nunca descansa

La rivalidad entre Tigres y Rayados es una de las más intensas del fútbol mexicano. Cada partido es una batalla, y cada triunfo se celebra con euforia. La victoria de los Tigres en aquella final de 2016 fue un golpe anímico muy duro para los Rayados, y los aficionados auriazules no han dejado de recordárselo.

Sin embargo, el fútbol es un deporte de constantes cambios. Los Rayados han logrado superar aquella dolorosa derrota y se han convertido en uno de los equipos más poderosos del fútbol mexicano. La clasificación a la final es una muestra de ello.

Dos realidades, una misma pasión

En estos momentos, Monterrey vive una realidad dual. Por un lado, los aficionados de los Rayados sueñan con levantar el trofeo de campeón y poner fin a una larga sequía de títulos. Por otro lado, los aficionados de los Tigres siguen celebrando una victoria que marcó un antes y un después en la historia de la rivalidad.

Ambas aficiones comparten una misma pasión: el fútbol. Pero también tienen visiones muy diferentes sobre el clásico regiomontano. Los aficionados de los Tigres ven a los Rayados como un rival al que hay que vencer siempre. Los aficionados de los Rayados ven a los Tigres como un obstáculo que hay que superar para alcanzar la gloria.

Un futuro incierto

¿Qué nos depara el futuro de esta apasionante rivalidad? Es difícil saberlo. Lo que sí es seguro es que la pasión de los aficionados de ambos equipos seguirá intacta. Y es que, en el fútbol, la rivalidad es lo que hace que este deporte sea tan especial.