Siempre desubicados, los aficionados de Tigres volvieron a demostrar que están en su mundo

En el estadio de Monterrey, el Gigante de acero se llevó a cabo un espectáculo de gran magnitud el concierto de Paul McCartney, un evento que muchos habían estado esperando en la ciudad y se dio en el mejor estadio del país, lo curioso fue que cuando McCartney cantó la canción de Hey Jude, Los aficionados del equipo pequeño de San Nicolás, empezaron a colorear el nombre de Gignac, asegurando que esa era su canción, así es el estadio de Monterrey, tuvo que ver como esta afición que vive en su mundo, coreaba al francés, mientras cantaba uno de los clásicos de la música.

El pasado viernes quedará marcado en la historia del futbol mexicano y la música. Durante el concierto de Paul McCartney en el Estadio BBVA, la afición de Tigres UANL se hizo presente de una manera muy especial, transformando uno de los clásicos de The Beatles en un himno propio.

Cuando las primeras notas de "Hey Jude" comenzaron a sonar en el estadio, la multitud se unió en un solo coro, pero con una letra muy particular. En lugar de cantar el tradicional "na na na", los aficionados regiomontanos adaptaron la canción para rendir homenaje a su máximo ídolo, André-Pierre Gignac.

Con un ensordecedor "na na na na na na, na na na na Gignac", el estadio vibró al ritmo de este cántico que se ha convertido en un símbolo de la pasión de la afición felina por su delantero francés. El momento fue capturado por miles de celulares y rápidamente se viralizó en redes sociales, convirtiéndose en uno de los temas más comentados en el mundo del deporte y la música.

Un fenómeno único

La conexión entre la afición de Tigres y Gignac es algo que va más allá del futbol. El delantero francés se ha ganado el corazón de los aficionados regiomontanos gracias a su entrega, su talento y su carisma. Su nombre se ha convertido en un grito de guerra que se escucha en cada partido en el Volcán.

La apropiación de "Hey Jude" por parte de la afición de Tigres es un ejemplo de cómo el futbol y la música pueden unirse para crear momentos únicos e inolvidables. La canción de The Beatles ya no es solo un clásico del rock, sino también un himno para los seguidores del equipo felino.